Luego de vivir una vida tranquila y alegre fui asesinado por una persona desconocida en un callejón oscuro de regreso a casa. Podría decirse que tuve mala suerte, aunque decir eso solo serviría para compadecerme, ya tuve suficiente suerte habiendo tenido la vida que tuve, por eso en mis momentos finales me tome las cosas con calma y pase mis últimos momentos recordando mi vida. O por lo menos así tuvo que ser, porque antes de darme cuenta el arrepentimiento que nunca sacie me llevo a reencarnar en su cuerpo, no, en nuestro cuerpo. Salvándole la vida nuestras almas se fusionaron, y yo, alguien que nunca tuvo un propósito y vivió su día paso a paso se le dio una gran meta por cumplir: "Conquista este mundo" "Explóralo" "Y ten una gran vida". En este mundo donde las espadas y castillos siguen siendo la regla yo cumpliré su deseo y seré una gran persona... a pesar de que casi haya muerto apenas abrí los ojos y... aun teniendo el cuerpo de una niña. Tengo algo jodida la meta.
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