La definición de felicidad para un alfa, omega e incluso un beta es poder encontrar a su destinado, llegar al punto máximo de emociones encontradas con esa persona, saber que puedes procrear o no con la misma, es tener paz, es sentir lo que el otro siente, proteger y amar. Pero, ¿Qué pasaría si la definición de felicidad quedará imperfecta? Es normal que entre destinados todo fuera perfectamente imperfecto, porque es lo mejor que podría pasarle a una persona. Pero existió una historia donde todo estaba completamente "mal". Quizá la diosa Luna se equivocó al mandarle un omega menor de edad a Jeon JungKook, un hombre que tenía a cargo el legado de su padre hace ya unos cinco años, también jefe de Min Yoon Gi, el padre del destinado de JungKook; Min Yeon Jun. Tanto alfa y omega no desean estar al lado del otro, por las múltiples miradas que se les dará al saber que uno de ellos tenía tan sólo diecisiete años, y el otro le llevaba ocho años arriba. La presión de sus lobos pidiendo estar al lado de otro, su lado humano y racional diciendo constantemente que no era sano que estuvieran juntos, pero todos sabemos que es lo que pasa cuando niegas a tu destinado, mueres de a poco. Así que con impotencia por no poder mantener a salvo a su cachorro Seok Jin y Yoon Gi deciden encontrar una manera de hacer que el bienestar de YeonJun este a salvo, los adultos tendrán que encontrar la forma en que nada se vuelva un caso. Al final quizá, tal vez puedan dejar de pensar en terceras personas y estar juntos sin miedos.