Zayra Morgan tiene 24 años y su corazón es inquebrantable. Adler Devon tiene 26 años y creía que era incapaz de encontrar el suyo. Dos desconocidos no tan desconocidos dispuestos a odiarse. Dos almas perdidas. Dos corazones que sanar. Silencios y miradas que quieren a gritos. ¿Será una mirada suficiente para desmontar por completo un corazón acorazado y encontrar el rumbo hacia un corazón perdido?