Steve no quería moverse, ni siquiera miro la pista de baile que ya había empezado a sonar para que las parejas empiecen el baile o que sacaran a bailar. él no se movió porque no solo no quisiera, si no que nunca le gustaba porque simplemente nunca lo sacaban a bailar y porque al ser doncel nunca sería como los otros que tenían bonita figura frágil y delicada ni el tamaño de uno porque simplemente era más alto que todos y con mucha masa muscular siendo rechazado por todos los hombres de buena cuna del lugar. - bailamos?? - que - volteo a su costado viendo a un hombre castaño de ojos azules que le había extendido la mano - no me digas que le tienes miedo? - sonrió con gracia cosa que irritó al estupefacto rubio que tomo la mano en respuesta - yo no tengo miedo- respondió en afirmación, más tarde se arrepentiría porque él no sabía bailar, ya no como antesTodos os Direitos Reservados
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