Amai Himitsu - OmiNao

Sus dedos rojizos se mueven acariciando la taza blancuzca llena de chocolate tibio mientras su infante mirada confusa y algo distraída se pierde en los malvaviscos que poco a poco absorben el dulce líquido. Takeomi no puede dejarlo pasar, sabe que su pequeño está pasando por algo y lo más correcto sería preguntarle, pero tarde es el tiempo en el que eso cruza por su mente pues ya el niño liberó palabras dudosas aún perdido en el limbo de las cuatro paredes de esa sala.

-Omi-san...¿Me quieres?- Se le derrite el corazón cuando el menor parece cuestionar ese hecho, lo ve tan frágil que teme romperlo con palabras, el Akashi ruboriza y protector da unos pasos con la intención punzante de abrazarlo fuertemente y pasar el resto del día con el niño en brazos, sin embargo, nada sucede.

-Claro que si mi pequeño Inpu- Apresura a afirmar, casi temblando, con la ansiedad creciente de poder experimentar un abandono totalmente justificado por el pequeño que a estado manipulando.

-Entonces...- La pausa sentencia como sus iris tornándose de mar -¿si soy tan importante para tí, por qué soy un secreto?- Las lágrimas caen de sus mejillas rosácea como lluvia sobre cielo.

Y es ahí cuando se vuelve a dar cuenta...
Takeomi no es buena persona.