Los tambores de la guerra empiezan a sonar en el norte de Hispania. Tres hombres perdidos en los bosques cántabros intentarán parar el inminente desastre, mientras que en la capital del Reino el nuevo monarca tiene el filo de un puñal a punto de clavarse en su espalda. Mientras que en el norte las hojas se cubren de rocío y sangre, el sur se ve amenazado por áridas conspiraciones que rasgan las vestiduras del poder godo.