Desde que Isabella era pequeña, tenía sueños donde aparecía una mujer debajo del agua luchando por tratar de salir y salvar su vida, en consecuencia, siempre sufrió un miedo terrible al agua del mar, incluso cuando el reino de su padre estaba justo a la orilla del mar. A pesar de los intentos de su hermano mayor, William, jamás logró aprender a nadar.
Todo cambió un día que después de recibir una carta, Isabella, emprendería un viaje por el mar abierto, en el gran barco de madera "Duquesa", sin saber que sus habilidades de nado serían la única manera de escapar del gran problema que se venía... o tal vez no.