Había sido un largo tiempo desde que el hermano menor de los Shinonome se había dedicado al mundo de la música y del público. Era bastante destacable por el gran éxito que había alcanzado a lo largo de este tiempo, pues él era solo un adolescente de 16 con una vida por delante que había recibido un número considerable de apoyo con tan solo un videoclip subido a una red social.
Sin embargo, Shinonome comenzó a tener curiosas pesadillas que lo atormentaban diariamente sobre un extraño chico, el cuál huía de él sin motivo alguno. ¿Qué significado pretendía ocultar?
Aoyagi Toya había encontrado de manera casual su trabajo. Eso lo había hecho cuestionarse varios ideales sobre él mismo, y aquel nuevo interés que Akito había despertado en él, lo había abierto a un nuevo mundo.
No obstante, la vida de Aoyagi estaba llena de ataduras y desesperación. Su vida estaba encadenada a un único talento que desempeñó desde muy joven, el cual eso lo mantendría atrapado hasta el final de sus días entre lágrimas y estrés.
Cuando se sumergía en la melodía del artista Shinonome, su corazón desbordaba de una indescriptible paz. El significado de aquellas melodías que tanto gustaba por oír, lo hacía entrar en un mundo paralelo, como si aquello fuera la cura a lo constantes problemas que Aoyagi tenía cada día que transcurría.
Ese fue el comienzo de todo, el comienzo de un fuerte lazo, que por casualidad del destino, los mantendría unidos hasta chocar.
Hasta que sus miradas se clavaran mutuamente.
Hasta que de sus labios se escaparan palabras.
Hasta que sus palpitaciones interiores fueran mutuas.
Hasta que sus manos encuentren el tacto de las contrarias.
Un solo "te amo" podría cambiar la vida de ambos.
Tal vez para bien.
O para mal.