Una científica nunca debería cohabitar con su némesis irritantemente caliente: conduce a la combustión. Ginny, Luna y Hermione son amigas primero, científicas siempre. Aunque sus campos de estudio puedan llevarlos a diferentes rincones del mundo, todos pueden estar de acuerdo en esta verdad universal: cuando se trata de amor y ciencia, los opuestos se atraen y los rivales te hacen arder... Como ingeniera ambiental, Ginny sabe todo sobre la delicada naturaleza de los ecosistemas. Requieren equilibrio. Y dejando el termostato solo. Y no robar la comida de otra persona. Y otras reglas de las que Harry, el detestable abogado de su compañero de habitación, no sabe nada. Está bien, claro, técnicamente ella es la intrusa. Harry ya estaba atrincherado en la casa de su tía como un gigante gruñón ceñudo cuando Ginny se mudó, con sus grandes músculos y su boca besable simplemente sentado en el sofá tentando a los científicos respetables al lado oscuro... pero Minerva era su mentora y Ginny no está dispuesta a mudarse, salir y renunciar a su herencia sin pelear. El problema es que vivir con alguien significa llegar a conocerlo. Y cuanto más descubre Ginny sobre Harry, más difícil es odiarlo... y más fácil es amarlo.