- " Y es que para escribir sobre amor hace falta estar enamorada o que te hayan roto el corazón, y no se cual de las dos cosas es peor." - recitó Lily de su libreta.
- ¿ Y cual es tu caso? - preguntó el con curiosidad.
- La segunda, claramente. - contestó ella como si fuera la cosa más obvia del mundo.
Puesto que Lily había sufrido mucho en su vida, y esas circunstancias la habían vuelto esa chica malhumorada, con carácter, orgullosa, y con un odio inmenso hacia los chicos. Pero hay personas que dejan huella en tu vida, que por mucho que pon un muro para que no entren, acaban siendo especiales. Y allí estaba Matthew, un chico como ella, intentando hacerse un hueco en ese corazón, derribando aquella coraza que ella había tardado tanto tiempo en construirla, y rompiendo todos sus esquemas.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...