Érase una vez, en el lejano reino de Aurora, el príncipe Edward fue condenado a dormir eternamente al pincharse el dedo con la aguja de una rueca en su decimonoveno cumpleaños, del cual despertaría con el beso del verdadero amor. Sin embargo, antes, deberá emprender un viaje en el que no solo conocerá el pasado y las causas por las que fue hechizado, sino también el poder de la amistad y del amor del que tanto ha escuchado a lo largo de su vida en los cuentos de hadas.