El último verso sentido, la primera vez que no ves, una última mirada vendida al antes y al después. Se une lo que jamás quiso verse, se ríe lo que siempre más lloró, y cambia la infinita razón de quererte. Sin presencia de impulsividad latente del corazón, tranquila el alma consciente esta vez, obliga al perdón, a no ser llamado a ninguna reunión, a traer detrás de cada paso, una ilusión pero sin la expectativa de la razón.
Es un testamento a la vida, una misiva al amor, una confesión al verse, una última vez enmascarada con llegar a tiempo, y a su alma, una lectura omnipresente del segundo que creó el momento, donde nos dijimos adiós. Saber al borde del camino lo necesario, para no volver cuando se quiere volver, a una última vez.
Había una vez una rosa que me robó el corazón...
No es cierto...
yo sé lo di desde el primer segundo en que la vi,
pero déjala que crea que me lo quitó.
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⚠️: Este libro solo se le dedica a esa persona que vas a amar toda la vida, sí, incluso cuando tengas que decir que ya la olvidaste.
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Tiene inspiración en el principito, me gusta imaginar que ha crecido y le ha dedicado un libro a su rosa.