Toda mi vida he sido invisible para los chicos. Solo tarde demasiado en darme cuenta de eso... Quizás sea porque no soy como las demás chicas. ¿Cuál es mi problema? No lo sé. Soy diferente y lo acepto. Y este día...es uno de los días que me recuerda lo diferente que soy de las demás: DÍA DE SAN VALENTIN. ¿Por qué me deprime? Porque la verdad es que nunca he tenido un novio, no he dado mi primer beso...y ningún chico ha intentado seducirme...Y a mi edad, eso es muy triste. Esta historia demuestra que, a veces, ser invisible no es tan malo.