-Después de todo 𝘀𝗼𝗺𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗹𝗮 𝗹𝘂𝗻𝗮 𝘆 𝗲𝗹 𝘀𝗼𝗹...-dijo admirando la vista la chica de la cuál se había enamorado. -Vuelve a decir tus estupideces y te corto la lengua.-respondió intentando ocultar lo que sentía. -Yo también te quiero mucho Merl.-esas palabras iluminaron por primera vez en la historia su rostro, formando una inconsciente sonrisa. -Si tengo que pasar un 𝗮𝗺𝗮𝗻𝗲𝗰𝗲𝗿 𝘀𝗮𝗻𝗴𝗿𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 contigo. Y-yo, te juro, q-que lo haría, tantas veces, c-como pudiera.-soltó un suspiro logrando decir lo que quería. La anterior la miro sorprendida, pero feliz al ver que ella le había regalado una sonrisa. Fue un amor confuso, con disturbios y demás, pero eso no quitaba que ellas se tenían que encontrar y luego de tantos años, los antepasados se vuelven a encontrar para al fin terminar aquella historia de dolor y amor.