-¡Cheshire! ¡Gato estupido, devuelveme a mi mundo ahora! .- Grite lo más fuerte que pude.-
Mire hacia todas partes, nunca habia visto un lugar como este, la habitacion estaba diseñada para un gato a excepción de la cama, una amplia cama para una sola persona, a la cual me encuentro amarrada de pies y manos.
-Namiko, querida Namiko .-Se escuchaba una voz de un hombre por toda la habitación, sin duda ere ese gato idiota.- Tu estarás aquí hasta que yo quiera .- De la nada comenzo a reír, aquella risa que me molesta, la odio. - ¿Entendido?
Ap
arecio frente a mi aquel chico, de apariencia de no más de 19 años, cabellos castaños oscuros; casi negros , de su cabeza salian dos orejas puntiagudas; siempre moviendose ante todo, sus ojos; color rojo, tan intensos y penetrantes, su divertida cola, de igual color que su cabello y orejas, vestía como humano, a pesar de no serlo, siempre a la moda. Se poso sobre mi de una menera provocativa
Sobrevivió a la muerte pero el verdadero peligro acaba de comenzar.
Todos en el reino enemigo deseaban verla muerta, su desaparición significaba el fin de una era... o eso creían.
En lugar de morir, fue enviada al distrito de jinetes, un lugar donde el peligro acecha en cada rincón, y donde su verdadera identidad debe permanecer oculta a toda costa.
Pero no está sola.
Entre traiciones, criaturas indomables y un destino que se cierne sobre ella se encuentra Rigel Heisenbergs: el jinete más letal del distrito.
Su misión es protegerla, pero su mayor deseo es verla destruida.
Cada mirada entre ellos es una batalla silenciosa. y cada paso que da la acerca más a una guerra que podría consumirlo todo.
Un beso, una profecía y una traición que cambiará el curso de la historia.