Era muy irritante la manera que no podía dejar de querer tocarlo cada segundo que pasaba.
Lo tenía sentado frente a él y solo podía pensar en arrancarle la camisa y pasar su lengua todo su pecho.
Podía ver el inicio de su tatuaje debajo de sus clavículas, estaba transpirando así que su piel brillaba, quería saborearla.
Era estúpido, realmente muy estúpido por desearlo tanto, pero no solo era algo físico, es decir, sí, se moría por sentirlo adentro de él, o él estar adentro, como sea que se dé, pero también estaba verdadera, loca y profundamente, enamorado de Louis Tomlinson.
Y era muy ingenuo.
Desde el primer segundo que lo vio se dijo que no caería por esos hermosos ojos azules, y tan idiota que es, no pudo evitarlo.