Muchas cosas pasaron tras el despertar divergente en Detroit; millones de historias, tan similares y a la vez tan distintas, se entrelazaban como una tela, ejerciendo sin querer, el rol de los hilos del destino. Sin embargo, estos tendían a atraerse de forma extraña tarde o temprano, acabando en un centro que lo unía todo, pareciéndose más a una telaraña que a un tejido cualquiera.
Esto nos lleva a la hilera del protagonista de esta historia, Connor: un androide RK800, cuya razón de ser es cazar divergentes en colaboración con la policía de Detroit, y para él, la posibilidad de transformarse en aquello que cazaba en compañía de Hank, un teniente condecorado pero oxidado irónicamente por el alcohol y el tiempo, era inconcebible. Incluso tras negarse a pasar la prueba de Kamski; "asesinar" a otro androide.
Esta situación no hizo más que llevar al límite al joven androide cuando se topó cara a cara con el líder de los divergentes, y decidió no disparar a pesar de su misión. El tiempo pasó y las cosas parecían solucionarse. Connor ahora era un androide rebelde abrazando a su viejo amigo, pero de pronto, notó algo que creyó imposible a estas alturas; «Inestabilidad de Software». Su cabeza dolía, como se supone, jamás ocurría en androides.
Su viejo compañero lo miró a los ojos, confundido, y al verse a sí mismo reflejado en los oscuros ojos de su menor, notó que algo muy grave acababa de ocurrir. Fue aún más evidente cuando de pronto de los ojos del androide brotaron lágrimas. Volteó a todos lados y de repente, cayó al suelo, siendo salvado solo por el agarre de su teniente. Su rostro expresaba terror y tristeza, y sin previo aviso, el lagrimeo del androide se transformó en un llanto desesperado que avanzaba de forma progresiva. Lo último que se escuchó de aquel imponente androide RK800 antes de sumirse en lo que parecía un despido de su cordura fue un susurro ahogado por una garganta anudada:
"No quiero olvidar..."
(Fanfic Kwon Jae-sung)
𝐏𝐨𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱 𝐭𝐫𝐚𝐧̃𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧, 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. 𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐝𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬, 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐫. 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐫𝐨𝐧𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐢𝐦𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
- 𝐄𝐝𝐰𝐢𝐧 𝐕𝐞𝐫𝐠𝐚𝐫𝐚 -
Los personajes de Cobra Kai no me pertenecen. El único que es de mi autoría es Park Min-ji y su padre.