Amélia Johnson, 21 años. Capitulo 1. Una melodía ya conocida interrumpía mi siesta. Joder, ¿quién me podría estar llamando a las 7 de la tarde? No respondería, aunque ya había logrado despertarme después de la tercera repetición. Estaba aturdida. Abrí mis ojos lentamente hasta acostumbrar mis ojos a la luz de la habitación, por hacer esa clase de estupidez de no apagar alguna luz sin necesitarla me llegaban altísimas cifras de luz. Mi teléfono había dejado de sonar así que me levante para ir al baño y cepillarme los dientes. Tenia un sabor asqueroso en mi boca. Me miré en el espejo, me veía pálida, con grandes ojeras. Los últimos exámenes me habían dejado agotada. Agradecí en voz baja terminar de una vez la universidad con un titulo de contadora, aunque no era lo que tenia en mente era lo que mas me convenía. Había venido a la ciudad de Nueva York pensando que quizá me diera una oportunidad que en el pequeño pueblo de Tenessee del que venía no me llegaría a dar nunca. Trabajo en una biblioteca mientras estudio, y vivo en un apartamento de un viejo edificio grisáceo, sola. Había llegado a sentirme tan sola que la idea de volver a casa se había cruzado varias veces en mi cabeza. Pero no me podía quejar del todo, Jane era mi mejor amiga y vivía al frente de mi apartamento, y si yo no estaba en el suyo ella estaba en el mio. Y a veces se unían algunas de las chicas con las que solíamos salir de noche. "Compañeras de bar".All Rights Reserved