Gracias a su magnífico poder y sus habilidades, Severus Snape destaca entre los Mortífagos. Tiene una buena vida, de hecho tiene una habitación para él solo, recibe peticiones personales del mismísimo Señor Tenebroso y se ha labrado una reputación en ambos bandos: Es un asesino implacable y sin remordimientos. Un día le "regalan" un obsequio inesperado: Sirius Black, su archienemigo jurado y el amor de su vida desde que era un crío. Allí encerrado en sus aposentos privados, Sirius descubre que Severus no es tan oscuro como parece y Severus se enamora aún más de las luces y sombras del antiguo Príncipe de los Leones.