El Club De Los Chicos Raros

"La mayores sorpresas se encuentran frente a nosotros, pero en ocasiones, es mejor cerrar los ojos y seguir durmiendo, antes de intentar enfrentar esta realidad".

Ahora, los crujidos de las hojas secas al ser pisadas adelante era lo único que podía escuchar. El pueblo aún dormía tranquilo, a pesar del estruendo y los ataques. El bosque se hacía más oscuro a cada paso, su respiración se dificultaba por lo frenético de su respirar. El aire frío del cercano invierno le lastimaba los pulmones con cada bocanada de aire.

«No voy a perder a nadie más. A nadie más...nadie» pensó, perdiendo la esperanza...