Cuando Chifuyu se mudó, en lo que menos pensó fue que no iba a poder dormir por culpa de los diferentes gemidos que venían del piso de arriba. Cuando conoció al vecino causante de dichos gemidos, los motivos por los que dejó de dormir cambiaron drásticamente, ya que el tipo decidió que molestar a Chifuyu era más divertido que seguir cogiéndose personas distintas cada noche.