Parte del deseo de Wednesday de regresar a Nunca Más no fue por querer encontrar a su misterioso acosador de mensajes de texto, sino por la prisa de dejar a sus padres de nuevo. Verlos besarse, además de ser repulsivo, cobró una nueva dimensión que la traumatizaba hasta ese día. Aquello le hizo recordar que su corazón ya no era tan negro como pensaba, que ya no se reconocía del todo. Todo era culpa de Enid. No, suya. »También publicado en Ao3.