Una chica que se movía tan lento y sensual como ella era capaz de volver loco a cualquier persona que la viese. Sus curvas y cuerpo voluminoso era deseado por cada hombre perverso que apenas oyese hablar de ella. Esos ojos marrones ocultaban lujuria y pasión, esos labios te podían dar la mejor satisfacción. Jones, nunca había ido a un prostíbulo así que a la primera no creía ser encantado. Pero estaba equivocado porque la enmascarada tenía la magia para convertir tu trago en el veneno perfecto para atraerte a ella. Sus pasos y lentitud iban a corde con su provocación. Ambos eran perfectos para crear el mismo infierno en una habitación. Aveces, las cosas más locas e inexplicables te hacen desear entenderlas, aveces solo quieres disfrutarlas y sacarles provecho sin saber por qué carajos lo haces. Ellos no sabían que hacían. La pasión y el deseo , los cegó y confundió. Conllevó a preguntarse "¿Qué es el amor?", pensaban que en esas miradas solo había calor y lujuria pero había amor. Ese amor que nunca se imaginó. La droga y el placer se ligó, y un infierno fue lo único que desató.