Amaris y Declan son los mejores amigos en el mundo, o por lo menos eso es lo que dicen las tazas que comparten; siempre han hecho todo juntos, festejar sus cumpleaños juntos, vacacionar juntos, compartir los almuerzos del domingo, todo era, aparentemente, perfecto entre ellos.
La relación que cualquiera envidiaría.
Sin embargo, nada es tan perfecto cuando uno de los dos se escapa a Nueva York en medio de la noche y rompe el contacto por cinco años.
Cuando vuelven a encontrarse, se dan cuenta que el tiempo que pasó entre ellos, hizo que su relación se convirtiera en una situación abismal. Miles de preguntas se arremolinan entre los dos, pero la principal, siempre fue "¿Por qué me besaste antes de irte?".
Con sus respectivas parejas afianzadas, y sus vidas ya realizadas, la química de hace años renace y se vuelve cada vez más difícil pasarlo por alto.
Isabelle y Nick se conocen desde los siete años y el lazo de su amistad ha sido inquebrantable desde entonces. Fue como un clic instantáneo. Con el paso de los años, Isabelle intentó ocultar sus complicados sentimientos hacia su mejor amigo, sin embargo el brillo en su mirada y los hoyuelos en sus mejillas fueron más fuertes. A pesar de que él no sienta lo mismo por ella, Isabelle ha vivido con ese permanente dolor y ahora, con veintiuno, está lista para dejarlo ir. Ya no quiere vivir con la idea de "lo que podemos llegar a ser", quiere vivir de la realidad y tan solo necesita una respuesta; la gran temida respuesta sobre sus sentimientos.