Steve Rogers tenía un secreto. Un secreto del que se avergonzaba pues lo consideraba inmoral e incorrecto, pero no podía evitarlo, no desde aquel momento. Y justo ahora como todas las noches se hallaba en la soledad de su habitación luchando contra sus demonios... No, no eran varios. Sólo tenía uno y era el causante de que se encontrara en aquella situación; un demonio de nombre Anthony y de apellido Stark. Anthony Edward Stark.All Rights Reserved