Todo es muy extraño en el pueblo Littlemere, un pueblo olvidado que antaño perteneció a otro país. El resto del mundo está contaminado por la malicia, crueldad y deseo de poder, han perdido el valor de las cosas y por eso se fundó este lugar, para iluminar a sus habitantes y guiarles en el buen camino. Una vez entras no vuelves a salir, no quieres hacerlo, ni si quiera lo piensas, tan solo decides que has hallado tu nuevo hogar. Éste está rodeado por un bosque en el cual uno no se debe adentrar pues allí habitan los vigilantes, monstruos hechos de oscuridad que cuando te atrapan, dejas de existir. Podemos escuchar sus rugidos y si quieres vivir, debes seguir las normas o te arriesgas a servir como ofrenda. Naia Durand siempre ha vivido en Littlemere y siempre pensó que todo era muy normal y monótono. Se preguntaba qué habría más allá del bosque, pero más curiosidad le generaban las criaturas que en él habitaban. Cuando su padre falleció se encerró en sí misma, hasta que llega la familia Hoffman, tan diferente a todos los demás. Se sorprende al descubrir que Derek Hoffman la sigue y decide hacer de esta persecución un juego en el que ella descubre que hay algo en él que la atrae. La familia Hoffman es enviada para desenmascar los oscuros secretos que inmiscuyen a Littlemere. Ellos han de extraer pruebas y mostrárselas al gobierno alemán, para evitar una futura Tercera Guerra Mundial. Lo que jamás imaginaría Derek es que se iba a sentir tan atraído por aquella mirada que llama a la oscuridad.All Rights Reserved
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