Los mensajes que nunca me atreveré a enviarte

Me encontraba yo en la noche obscura del alma que agota hasta el cansancio y de asfixia te mata. Noche sin luna, sin estrellas, sin ningún atisbo de luz. Allí estaba yo, sin saber que hacer ni cómo renacer cuando de pronto escribí con tinta sangrienta mis sentimientos( a veces malos y a veces buenos) Y cuando leí aquellas palabras pronto entendí. Comprendí que las lágrimas brotan para limpiar tus ojos, tu cara, tu alma y te permiten ver nuevamente con un punto de vista limpio y claro. Y con madurez decidí levantarme de nuevo para compartir mi aprendizaje a través del dolor. Espero que ayude a quien lo necesite, esa es mi intención. Y para los que no lo necesitan, vean mis errores, para que no los cometan.