Una noche, que quedara marcada para el resto de mi vida. Persiguiendo me a todos los lados a los que valla, sin poder huir de ella.
Por mucho que intente curar la herida, jamas podre hacer desaparecer la cicatriz.
Eran el día y la noche, ella era luz y él oscuridad capaz de ser demaciado vulnerable hacia ella con ese deseo descomunal por estar cerca y poder protegerla...