Cuando Adriana recibe la carta para estudiar en el prestigioso Círculo de Arte, lo único que piensa es en su oportunidad de pisar el sector de Grad; uno de los más antiguos y pudientes, y donde vive su pareja Iván, gracias al programa militar Berek. Todo cambia cuando comienza a ver dibujos en las paredes, muchos de ellos con un brillo vivaz, aunque invisibles para la mayoría de la gente. Y en especial, cuando es consciente de que ella también puede hacerlos. Tienen nombre: sellos y tallas. Construcciones complejas que existen desde antes de que la historia se escribiera, y que consiguen activar tanto las emociones más simples como los sentimientos díficiles de explicar. Con un nuevo poder que aún no comprende, se sumerge en las profundidades de un mundo que creía ordenado, descubriendo que la Casa Ejecutiva, el principal ente del gobierno, está desesperado por encontrar al Gran Tallador, una persona cercana a la leyenda que es capaz de crear tallas que pueden alterar el comportamiento de ciudades enteras. Adriana vivirá de primera mano una guerra que es invisible, donde su poder podría ser su condena o su salvoconducto. El resultado final tan solo depende del bando que decida escoger.