«Donde el hyung de JiMin sale de la cárcel»
Park JiMin es un chico dulce, criado con todo el amor del mundo por su madre soltera, JiHyo. Vive en una modesta casa en un lindo vecindario, tiene calificaciones impecables, amigos que le adoran y una mesada generosa por portarse bien. Con su cabello rubio esponjoso y suéteres coloridos, siempre risueño y con sus mejillas rellenas presumiendo la preciosa sonrisa.
Jeon JungKook es un rebelde sin causa desde que tiene memoria y consciencia. Criado en las calles, bastardo de un tipo rico que no dudó en tirarlo a un orfanato cuando se enteró que la prostituta con la que engañaba a su esposa había quedado embarazada, y que andaba por allí con su hijo de cuatro años. Adoptado luego por la generosa familia Park, su nueva hermana siendo JiHyo. Los malos hábitos jamás abandonaron su sistema, por lo que a sus dieciocho años fue arrestado por tráfico de drogas.
Siete años después, su condena acaba y es liberado de la penitenciaría. Tan amorosa como siempre, JiHyo acepta recibirlo en su hogar.
JiMin está contento de que su tío, su hyung, vuelva. Aquel adolescente risueño con el que jugaba cuando era un nene, que le alzaba en brazos y le hacía cosquillas.
Pero JungKook no es más que un imbécil depravado, sin consciencia por la moral básica impuesta en la sociedad, desvergonzado y grosero. ¿Lo peor? Al muy hijo de puta le llueven los millones por sus negocios sucios, esos que no hicieron más que crecer durante su estadía en prisión. Su ego es enorme, su libido insaciable, y su billetera está llena.
Y sus ojos... Oh, sus ojos no pueden abandonar el bonito y redondo culo de su "sobrino".
❝Mi McLaren P1 está más limpio que tus zapatos de iglesia. Un Lamborghini rojo, sólo para provocarte. Ninguno de estos juguetes son prestados. Gano en una semana lo que tú ganas en un año. Soy un maldito «starboy»❞
(Fanfic Kwon Jae-sung)
𝐏𝐨𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐧̃𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧, 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. 𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐝𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬, 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐫. 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐫𝐨𝐧𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐢𝐦𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
- 𝐄𝐝𝐰𝐢𝐧 𝐕𝐞𝐫𝐠𝐚𝐫𝐚 -
Los personajes de Cobra Kai no me pertenecen. El único que es de mi autoría es Park Min-ji y su padre.