En su adolescencia Sam fue una joven muy cariñosa y alegre, hasta que conoció a Dylan. La joven empezó a cambiar, por lo que sus amigas se vieron obligadas a mantenerla alejada de él. Pero llega un punto en el que ellas entienden que el destino esta escrito... Así que a sus 20 años cuando surge la oportunidad de que Sam y Dylan se reencuentren deciden no entrometerse.