Aegon siempre fue un problema para todos. A pesar de ser el primogénito de su madre y de su padre, nunca logró destacar ni ser el favorito. Nunca había hecho un gran mérito propio, y no era el más amado por la gente. Sin embargo, deseaba cambiar y mejorar. Aunque nunca lo había intentado antes, ahora estaba decidido a transformar su vida y su manera de actuar. Aegon prometió enderezarse, no solo por la gente que lo rodeaba, sino también por sí mismo, buscando un propósito y una redención personal que le permitiera convertirse en alguien digno de respeto y amor.
Para ser digno de la persona que el amaba, aquel niño que era un rayo de luz en toda la oscuridad. Lucerys Velaryon