No hay peor cosa que dejar un recuerdo en carne y hueso a tu cuidado. No hay peor cosa que en tus memorias permanezcan acciones imperdonables. La lujuria y la pasión envolverá a la pareja, pero algo más que sexo se presentará.
Cuando la más cruel de la enfermedades te hace olvidar lo que fuiste, te agarras a tus recuerdos como a un clavo ardiendo. Esperas que los que te rodean sean tu sostén para no quedar en el olvido.