No hay nada más triste que hablar de ti, no hay nada más nostálgico que recordar y volver a sumergirse en un infierno lleno de voces, donde la naturaleza es Dios y el cantar del río es el anhelo perdido de cada moribundo por salir del lugar lleno de historias terroríficas, perdidas, hasta el día de hoy. Mis pesares acompañaron cada parte de la historia, es eufórico sentirse por un instante: Dios, donde puedes verlo todo, donde puedes leer los pensamientos de cada personaje y no hay nada más placentero que hacerlo real, escribiendo los sentires de los miserables que fundieron su vida en un simple canto de despedida. Se despidieron, sin el abrazo deseado de sus miseras madres, se fundieron en el seno del río, ahogando sus ilusiones y sus últimas palabras, mencionadas en el sollozo de sin Aire, en el interior del arrepentimiento.
1 part