-¿Se puede saber porque estás empacando tus cosas?-preguntó Steven observando a Natalie. -No tengo nada que hacer aquí, creo que quien mejor te lo puede explicar es Liam-dije terminando de cerrar la caja. -Natalie no te vayas, mira trabaja para mi. Yo te contrato, pero no te vayas. Sabes lo especial que eres para mi, aunque entiendo tus sentimientos hacia mi hermano-dijo Steven y Natalie se acerca a Steven. -Mereces algo mucho mejor que yo. Mírame no soy nadie, no tengo nada. Yo no puedo darte la vida a la que estás acostumbrado. Además, te veo y te quiero como un amigo-dijo Natalie y toma la caja entre sus manos. -Ah, y ten esto-dijo dándole la liquidación que el hermano de Steven le había dado. -Dile que gracias, por todas las cosas que hizo por mi. Y que, le deseo toda la felicidad de este mundo. Esta será la última vez que sabrán de mi-susurró Natalie y con eso sale. Dejando en aquella oficina tantos recuerdos. Natalie estalla en llanto y se dirige hacia el ascensor. Como dijo un viejo sabio. Si de verdad amas algo déjalo ir, si regresa es porque siempre fue tuyo y sino nunca fue tuyo. Porque ninguno puede olvidar lo qué pasó aquella noche...
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