Daniela y Samantha son dos chicas del montón, a las cuales no les importa lo que piensen de ellas (o eso aparentan). Siguen el estilo que les gusta. Pero ante todo persiguen su sueño, poder mudarse a vivir a Estados Unidos y trabajar en lo que les gusta.
Una gran oportunidad de aprender inglés les surge gracias a unos amigos de la familia. La emoción se siente, sobretodo si encima les pagan; aunque cuando llegan a su lugar de trabajo las sonrisas son escasas. Es una enorme mansión, donde trabajan demasiado, rodeadas de gente que las desprecia y se cree superior y además bastante lejos de Londres, su única ilusión de seguir allí. Pero todo parece mejorar cuando un chico rubio, repelente y pijo aparece en sus vidas acompañado por tres amigos más que también persiguen un sueño. Entre ellos compartirán algo más que amistad. Un lema. Una esperanza. Una forma de vida. "Never surrender".