El renacer desde las cenizas de un viejo mundo

la era predominante de los humanos fue desestabilizada ante la inminente destrucción del ambiente en el planeta tierra, la era tecnológica e industrial había creado catástrofes que ya no podían ser evitadas.

La raza humana fue destinada a la extinción en aquellos tiempos, pero inexplicablemente las líneas esenciales de la materia fluyente brindo una nueva esperanza, el único Dios existente fue puesto a prueba por la razón humana, un emisario del universo llegó a esperanzar la supervivencia de la raza, pudo ser llamado un Ángel, un celestial o el jinete que guío el apocalipsis, un ente que brindo a la humanidad de conocimientos para enfrentar el cambio que estaba presentando el planeta. Todo cambio drásticamente y fué visto como el castigo divino por los pecados de la humanidad, los continentes se movieron causando terremotos e inundaciones, las tormentas acechaban cada parte y millones de personas murieron en ciudades y pueblos, las plantas y animales presentaron mutaciones para adaptarse al nuevo mundo.

El Angel, aquel que había guiado a los pueblos humanos a la salvación fue la clave para que las sociedades resistieran el cambio terráqueo y se enteraran sobre lo que existía más allá del conocimiento común.