Durante años, Macaque ha buscado acceder a la cueva de las maravillas, dónde se resguarda la mítica lámpara mágica que encierra al rey de los genios, el llamado gran sabio igual al cielo. ¿Su único problema? sólo uno podrá entrar ahí, aquel cuyo valor se oculta en la sombra.
[...]
Wukong no suele pensar mucho en el mundo exterior, sólo disfruta en lo posible dentro de su reino guardado en la lámpara, esperando a que un nuevo amo lo libere y deba cumplir sus deseos antes de que lo devuelvan a su confinamiento.
Absolutamente no espera ser liberado por un chico tan joven y demasiado enérgico para su propio bienestar, y mucho menos, ser arrebatado de este amigable niño para caer en las garras de un visir cuyo reino no existía la última vez que estuvo fuera.
Y si le hubieran dicho que esos seis deseos cambiarán su vida para siempre, el genio les hubiera llamado locos.
Después de los sucesos con Lady Bone Demon Macaque ha quedado debilitado y en medio de su recuperación su celo comenzó, los demonios tienen un celo diferente al de los animales, Macaque no necesita sexo, sino sangre, y no cualquier sangre, su cuerpo pide específicamente la del gran sabio igual al cielo.
Obligados a convivir para evitar que Macaque se convierta en un peligro para sí mismo y los demas, sentimientos escondidos y traumas del pasado saldrán a la luz eventualmente.
Esto estaría bien en cierto punto, excepto que su cuerpo poco a poco parece querer reclamar más y más del rey mono.