La forma de conocerse era de lo más absurda, el encaprichamiento de Lionel también lo fue. De algún modo u otro anhelaba estar en el corazón de aquel joven mexicano, y lo conseguiría, oh claro que sí; después de todo, siempre conseguía lo que queria. Guillermo, un muchacho solitario incapaz de sentir cosas por otros. Su enfermedad lo hacía una persona directa y sincera, un trágico suceso del pasado marco a su persona de por vida, una vida condenada a burlas, desprecios y bajezas. Andrés sería la clave para terminar todo el sufrimiento de Francisco pero, ¿a qué costo? ¿Valdría la pena siquiera intentarlo? Al final de todo, un te amo puede ser el arma de destrucción más bella que pueda existir.