Ella odia a la gente, él ama ser el centro de atención. Ella ama el silencio, él adora las fiestas. A ella le encanta leer, a él le encanta el arte. Ella adora comer y a él le encanta ejercitarse. Dos personas completamente distintas que solo tienen en común una cosa: se odian. Aunque nada dura para siempre ¿no? Las personas cambian. El odio se va. Y el amor llega.