En una carta emotiva dirigida al Sr. Ciertamente Irresoluto, Rey del país de las maravillas, el remitente, autodenominado como "Rojo", se sumerge en un viaje introspectivo a través de los recuerdos de un amor perdido. Expresando su dolor y su lucha por encontrar la paz interior, Rojo reflexiona sobre lo que pudo haber sido y lo que nunca fue. A través de palabras profundamente sinceras, la carta se convierte en un acto de autodescubrimiento y liberación, mientras Rojo se compromete a dejar atrás el pasado y a encontrar la felicidad en un nuevo comienzo.