Dylan Collins, consumido por la inseguridad y los problemas familiares, y Sabrina Winnstone, abundada de amabilidad, alegría y positivismo, juntos no son lo que la gente piensa cuando dicen "el uno para el otro". Como si de la misma persona se tratara, ambos tan similares pero a la vez demasiado diferentes, uno es dulce como los caramelos, el otro amargo como el café. Aún así, decidieron intentar lo que alguna vez temieron; enamorarse del otro.All Rights Reserved