Aemond necesita de un favor, o un milagro, lo que sea, de forma urgente para llegar a casa. Una criatura marina que Aemond creyó vivía solo en los cuentos de taberna, aparece para ayudarlo; y darle un increíble paseo antes de llevarlo a casa. Aemond creía que todo terminaría cuando pise la orilla de tierra firme.