-¡Ella es un monstruo! ¿No lo ves? Lo agarro de la base de su garganta, apretando mi agarre lo suficiente como para sentir los tendones de su cuello moverse bajo mis dedos. -Podrá ser un monstruo, pero es mi monstruo. -siseo entre dientes. -Es el fino hilo de mi cordura y créeme que no quieres verme en mi mayor estado de locura. Si antes te parecía peligroso, te aseguro que si te acercas, respiras o miras en su dirección, no dejaré vivo ni tu recuerdo. -Pe-pero... ¿qué es ella? -Mía.
7 parts