Juego de corazones

Chishiya entró lentamente en su apartamento observando las diferentes botellas de licor desparramadas en el suelo, encontrándose con su sombra que lloraba en silencio aún en el suelo. Las noticias no dejaban de trasmitir el mismo accidente desde hacía dos días, la muerte del importante médico y su esposa, la famosa pintora en un extraño accidente de avión en donde la única posibilidad de que un rayo realmente los hiciera caer, se la habían ganado. Se sentó allí a su lado respirando el aroma a tabaco y alcohol mientras que acariciaba suavemente su cabellera.
-jamás les dije que los amaba, jamás... jamás podré decirlo. -la chica estalló en llanto mientras que él la apretujaba fuertemente contra su cuerpo.
-ellos lo saben... no estás sola... yo estoy aquí.
-¿siempre estarás aquí? -Chishiya miró sus ojos cansados de llorar, la palidez de su rostro y ahora más que nunca deseo decirle cuánto siempre le había querido y siempre lo haría. Pero no era la ocasión, sabia que se lo diría y que quizás ella ya lo sabía pero era mejor esperar el momento que su corazón le diría era el adecuado.
-siempre - y ese siempre ella no solo lo llevo tatuado en su alma, pues en su corazón tenía las letras grabadas así como en su alma lo tenía. Chishiya jamás desaparecería de su vida y ella jamás de la suya.