Su personalidad destilaba amor, todo el era cariño y un te quiero sincero, y más sin embargo no era el tipo de persona que pudiera jugar sus sucios juegos sabor a muerte y premura. Oh por su puesto que no era el indicado, para trazar una línea, de un antes y un después de las atrocidades, no estaba ni cerca de serlo, no era su mejor posesión....Pero si su mejor apuesta. Podría no ser el más fuerte, ni el más ágil, ni el más grande o el más pequeño bicho. pero tenía sus propias fortalezas capaces de dejar entrar a un segundo en su cuerpo. Era sólo un cuerpo marchito, sin Alma, que complacía mejor que aquéllos que decían tener una. Nombre inexistente, edad inexistente, peso inexistente, no tenía colores. No había vida, solo era piel, carné y órganos, pero sin vida...entonces cual era su adicción? Sí, la adicción a algo que solo era efímero.All Rights Reserved
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