Pensar y escribir
siempre ha sido una pasión de la vida, en ella siempre se ha encontrado miles
de rostros para con ellos describirlos y darles una vida propia y se proyecten
a un mundo lleno de expectativas, de novedades, de inventos, innovaciones, etc.
Para esto traigo
consigo las miles de formas de ver la vida, desde un ángulo propio, subjetivo,
tal vez a veces inverosímil, sin sentido. Con la única finalidad de dejar salir
las ideas, lo que se atora en la garganta y no poder gritarlo, de manías
torpes, megalomanía, fantasía, y de un entusiasmo risible, caricaturesco. A
veces se ríe de si, de esa forma de observar al mundo y proyectarlo en la misma
escritura que alivia el alma de tanta locura observada, de tanta locura vivida.
Esta es la
salvación de una locura segura, de una soledad fría, de una vida sin sentido y
con ella alimenta la pasión por la escritura, si, por ella misma actúa, con
propia voluntad, sin más reglas que las que salen de un mundo infinito de
ideas.
Un mundo de un apasionado que ni en
la cárcel de la soledad impuesta, del aislamiento social y que ninguna y
absoluta dogmatica le impone para poder llamar al mundo su propia existencia.
Es en su pasión que alberga siempre los distintos e infinitos mundos posibles
de decir lo que calla o lo que no puede decir, de la espera a tiempo y de mucho
que aprender de ella y la vida.
Y llega pues a su vida la única forma
de ser y presentar, pues solo le basta escribir y pensar, pensar y escribir y
el mundo Es .