A veces es mejor no saber lo que sucederá mañana, y disfrutar del amor junto con una buena taza de café. A veces es bueno saber cuándo parar, pues, ¿Qué importa la última gota, si la taza ya estaba llena? Esta historia no es más que un escape; el desahogo para un corazón malherido, que espera que al terminar cada palabra, sus sentimientos mueran.جميع الحقوق محفوظة