Si fuera un diario, en vez de llamarse "El Diario de Noah", se llamaría "El Diario de Carmen". Pero ha decir verdad, ¿a quién le importa más mi historia que a mí? Las palabras siempre me han ayudado a hacer tangible aquello que siento. Lo digo como si las ideas o los sentimientos fueran tangibles. Sobre todo, hay un gran propósito en esta novela: conocerme a mí misma. Y te invito a que hagas lo mismo, escribas tu historia, la publiques o no, y te conozcas. Conozcas las palabras con las que te describes, las palabras que describen aquello que sentiste, aquello que no dijiste y que de alguna forma están esperando para salir de la boca de tu estómago como un millón de mariposas. Y como dijo Gabriel García Márquez: "La vida no es la uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla."
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