My mockingbird

Dicen que aún existen, en las afueras de la ciudad, esas bellas aves que pueden cantar desde la salida del sol hasta el ocaso, cien melodías distintas. Creo que los ancianos exageran un poco, no existe tal cosa y si existiera, ya estaría en mis manos.
Soy el Alfa ícono de una ciudad perdida, nada se escapa de mí, nada. ¿Cómo una pequeña ave podría?
Ni siquiera corriendo, ni siquiera volando podría escapar de mí. Quizá era momento de salir a cazar una y jugar un poco con ella.

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